«Erandio, una herida abierta» se adentra en las protestas del gas

“Durante todos estos años, uno de los deseos de Conchi Fernández fue ver el cadáver de su aita y demostrar que fue un disparo de la Policía Armada lo que acabó con su vida. Ese día llegó. El 24 de mayo de este año, un equipo de profesionales del Departamento de Antropología de la Sociedad de Ciencias Aranzadi procedió a la exhumación y se certificó la causa de su muerte: una herida de bala en la región frontal izquierda del cráneo. Además, pudo comprobarse que a Antón Fernández le practicaron una autopsia en la que se le fue extraída la bala”. Leer más. 

Dejar un comentario

Su dirección de email no será publicada.

¿Puedes aportar algún testimonio o documento de interés?

Si puedes aportar y/o corregir cualquier dato presentado en esta web o tienes un nuevo caso que compartir, no dudes en ponerte en contacto. Este trabajo no podría hacerse sin tu ayuda.

Contacto